Anthony Gallo Acoustics TR-2 Owner's Manual - page 5
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TR-2 Subwoofer Description
Why would you need bass boost? Every loudspeaker undergoes what is known as roll-off. Somewhere
inside the window of its frequency response, every driver’s output begins to fade. It no longer plays as
loudly as it did in the ‘power section’ of its range. This is true also for all woofers regardless of their size.
The audible onset of roll-off is simply a function of room size. The larger the room, the sooner roll-off
becomes audible. The woofer no longer benefits from the acoustic gain of boundary reinforcement and
can’t reproduce the lowest bass notes as loudly as the higher ones.
The TR-2 offers 0, +3 and +6dB bass equalization settings to become uniquely adaptable to room size.
A small room probably won’t require any boost. A large one might benefit from full boost. A medium one
might prefer medium boost. You’re in control. Also, you no longer need to update your subwoofer when it
comes time to move into larger quarters. Simply change the EQ setting. Do you prefer slightly goosed
bass for Home Theater but flat bass for music? A flick of the switch let’s you have it both ways.
The TR-2 can play loudly even in larger spaces. Can it be subtle and musical though? Yes. The TR-2 is
no mere boom box. Remember the cylindrical enclosure – it’s not a box at all. How about boom? The
TR-2 does not suffer from the common cabinet resonances of rectangular boxes. That’s why it doesn’t
exhibit the usual smear, fuzz and uncontrolled muddiness of inferior subwoofers. What’s more, we use a
sealed acoustic suspension design without a port. The air trapped inside the box becomes the restoring
force that prevents woofer overshoot and maximizes self-damping. The TR-2 suffers neither port noise
chuffing nor the driver ringing endemic to ported alignments.
In conclusion, the TR-2 combines air suspension; a superior long-throw driver; a minimum mass
enclosure of superior rigidity; a high-current 250-watt Class A/B amplifier; powerful bass equalization;
and a massive motor system of overbuilt magnet and voice coil with a strong spider and high-excursion
butyl rubber roll surround.
Ubicación. “Los bajos son omnidireccionales, por lo cual no importa dónde esté ubicado el “subwoofer””.
La primera parte de esta afirmación generalizada es razonablemente cierta cuando nos referimos a los
bajos más profundos por debajo de 40 Hz. La segunda parte acerca de que “no importa la ubicación”
es definitivamente falsa. Excepto que emplee un “subwoofer” sólo para la octava más baja y en modo
de aumento con altavoces principales en torre que aún reproducen bajos estereofónicos por debajo de
los 60 Hz, la ubicación adquiere una importancia más crítica. Esto es porque los bajos superiores a 80
Hz aún son direccionales, y esto puede delatar la ubicación del “subwoofer”. Esto sucede siempre
cuando se requiere que un “subwoofer” transfiera a altavoces satelitales entre 80 y 120 Hz. Recuerde
que la ubicación ideal es aquélla en la que sus oídos no pueden determinar hasta dónde llegan los
altavoces satelitales y en qué punto los sustituye el “subwoofer”.
Para emplearlo con nuestros propios monitores, recomendamos ubicar el “subwoofer” en el mismo
plano que los altavoces principales: frente a usted y equidistante con los altavoces satelitales respecto
de su asiento de audición. Cuanto más pequeños y “tímidos en bajos” sean sus altavoces principales,
más alto tendrá que funcionar el “subwoofer” para encontrarse con ellos. Excepto que emplee dos
“subwoofers”, la gama de frecuencias reproducida por el “subwoofer” será monofónica. Resulta
estereofónica sólo cuando los altavoces satelitales entran en escena. Si escucha más música que
bandas de sonido de películas, es probable que prefiera emplear dos “subwoofers”. Así se extiende la
representación espacial estereofónica a través de la gama de frecuencias medias/graves superiores
donde el oído humano todavía es sensible a estos efectos. Además, dos “subwoofers” cargarán una
habitación más uniformemente y ayudarán a minimizar los picos y las absorciones audibles causados
por los modos de propagación de las ondas sonoras en la habitación.
Si escucha mucha música clásica, ya sabrá que los contrabajos se ubican en el lado derecho del
escenario. Si emplea un único “subwoofer” y pequeños altavoces satelitales, podría ser preferible ubicar
el “subwoofer” cerca del altavoz derecho. Naturalmente, la mejor ubicación del “subwoofer” difiere de
una habitación a otra. De modo que le aconsejamos que vaya probando. Una de las maneras más
fáciles de hacer esto es colocar el “subwoofer” en el asiento de audición. Luego reproduzca una pieza
musical con abundantes bajos y camine por el área de los altavoces satelitales. Preste atención para
determinar dónde los bajos se oyen más fuertes y más parejos. El sitio donde esté parado cuando
perciba esto sería la ubicación ideal para el “subwoofer”.